Copérnico, Newton, Einstein y Cecilia Payne

Es muy probable que no hayas oído hablar de Cecilia Payne, o que no conozcas su historia. Sin embargo, su aportación a nuestro conocimiento del Cosmos es inmensa, del mismo calibre que los descubrimientos de Copérnico, Newton o Einstein. Copérnico quitó a nuestro planeta del centro del Universo y puso al Sol en el centro del Sistema Solar. Newton nos aportó el paradigma de las fuerzas para explicar el comportamiento del Universo. Y Einstein el de la Energía. Sin embargo, con ellos todavía no podríamos comprender la evolución del Universo. ¡Porque no sabríamos su composición!

Tal día como hoy, un 10 de mayo en el año 1900 nació Cecilia Payne. Y entonces los científicos pensaban que las estrellas estaban formadas por la misma composición que nuestro planeta. (De algún modo seguíamos con cierta ceguera geocéntrica, imaginando que todo es como nos parece desde nuestro punto de vista, o desde nuestra experiencia.) Y es que casi todo lo que sabemos de las estrellas lo hemos aprendido por su luz. Analizando la luz de las estrellas se puede saber su temperatura o su composición. Y Cecilia con tan sólo 25 años se dio cuenta de que los espectros de las estrellas… ¡se estaban interpretando mal!

Ella supo medir la temperatura en las estrellas correctamente y con su trabajo enseñó a los astrónomos a interpretar adecuadamente los espectros de las estrellas. Y además, también dedujo que la composición de las estrellas no era como la de la Tierra. De hecho, ¡casi todo en ellas es hidrógeno! Casi tres cuartas partes: el 74% es hidrógeno y el 24% es helio. Sólo el 2% contiene el resto de los elementos. Y como casi toda la materia del Cosmos está contenida en las estrellas (el 99% de la que podemos ver, la bariónica), con esta nueva composición de las estrellas, gracias a Cecilia Payne pudimos conocer la composición del Cosmos. Y con ella, también pudimos comprender mejor la evolución del Universo.

Cecilia Payne nos reveló la verdadera abundancia cósmica de los elementos y esto cambió profundamente lo que sabemos sobre el Universo. Pero lo hizo cuando sólo tenía 25 años, y el mundo no estaba preparado para darle la razón a una mujer tan joven como ella: directamente no le creyeron. Y lo peor de todo es que aquella presión de la comunidad científica le doblegó, y acabó dándoles la razón. Pasaron varias décadas hasta que se le dió la razón, y cuando ya tenía 56 años pudo convertirse en la primera profesora de Astronomía de Harvard. Y más tarde pudo dirigir allí un departamento. 

“Tuve la culpa de no haber insistido en lo que creía. Me rendí cuando pensaba que tenía razón y ese es otro ejemplo de cómo no investigar. Un consejo para los jóvenes: si estás seguro, defiende tu postura”.

De su historia personal y profesional, que es todavía más interesante, podemos aprender otras muchas lecciones. Es por esto que “Cecilia Payne y el Helio” es el segundo capítulo de la serie “Científicas y Elementos, ¡con Experimentos!”, que puedes disfrutar en espectáculo y ahora también desde el CLUB ONLINE. En este capítulo, además conocemos otras historias increíbles como la de Caroline Herschel, “la Cenicienta de la Astronomía” y de otras grandes pioneras como Margaret Hamilton y Katherine Johnson. Este capítulo es un viaje increíble por el Sistema Solar en el que aprendemos cómo es esta gran comarca en la que se encuentra nuestro planeta a través de sus aportaciones a la Ciencia, y en el que compartimos experimentos de Ciencia para aprender más sobre el Helio y sobre las misiones espaciales. 

Puedes comenzar por conocer a estas grandes científicas en el juego “¿Quién es ella?” disponible para descargar GRATIS desde este enlace

Y tú, ¿habías oído hablar de Cecilia Payne antes de leer este artículo? Te leo en los comentarios. 😉

Cecilia Payne es el 3 de diamantes de nuestra baraja. ¿Sabes qué descubrió?

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Aida Ivars

Aida Ivars Rodríguez

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